Hazte amiga del espejo
Hoy empezarás a practicar los ejercicios básicos del espejo, aprenderás a observarte detenidamente y a trascender tus viejas creencias.
Solo es el segundo día del trabajo del espejo y estás empezando a aprender a amarte y a adorarte. Sigue así. Cada día que practiques esta nueva forma de pensar respecto a ti mismo y tu vida te ayudará a eliminar los antiguos mensajes negativos que has estado acarreando durante tanto tiempo. Pronto sonreirás más y te será más fácil mirarte al espejo. Pronto las afirmaciones empezarán a parecerte ciertas. Ahora, me gustaría que sacaras tu espejito de bolsillo o que fueras al espejo del cuarto de baño. Relájate y respira. Mírate al espejo. Entonces, usando tu nombre, di: «[Di Tu Nombre], te amo. Te amo de todo corazón». Repítelo un par de veces más: Te amo. Te amo de todo corazón. TE AMO. TE AMO de todo corazón. ¿Cómo te sientes? Puedes ser sincero y decir que te resulta extraño o que es una estupidez. Porque al principio suena extraño o absurdo. Quizá te cueste hacerlo. Es normal que te sientas así. Amarte incondicionalmente es algo nuevo para ti. Permítete tener estos sentimientos. Pienses lo que pienses, es un comienzo, un buen punto de partida. Sé que a muchas personas les cuesta decirse a sí mismas Te amo. También sé que puedes hacerlo y me siento muy orgullosa de ti por tu constancia. El trabajo del espejo se volverá más fácil, te lo prometo. No obstante, si te cuesta mucho decirte Te amo, puedes empezar por algo más sencillo. Por ejemplo: Estoy dispuesto a aprender que me agrades, estoy aprendiendo a amarte. Cuando te mires al espejo quiero que te imagines que estás hablando con un niño pequeño. Visualízate siendo ese niño pequeño de guardería. Ahora, usando tu nombre, dile a ese niño interior: [Di Tu Nombre], te amo. Te amo de todo corazón. Cuanto más practiques el trabajo del espejo, más fácil te resultará. Pero recuerda que te llevará tiempo. Por eso te aconsejo que adquieras la costumbre de realizarlo con frecuencia. Hazlo al levantarte por la mañana. Lleva encima un espejito de bolsillo y practícalo donde sea, de este modo puedes sacarlo a menudo del bolso o del bolsillo y decirte una afirmación cariñosa. Afirma: "Soy preciosa. Soy increíble. Me resulta fácil amarme."
Ejercicio del trabajo del espejo para el día 2
1. Colócate de pie o sentado delante del espejo de tu cuarto de baño.
2. Mírate a los ojos.
3. Utiliza tu nombre y repite esta afirmación: [Di Tu Nombre], te amo. Te amo de todo corazón.
4. Dedica unos minutos para repetirlo dos o tres veces más: Te amo de todo corazón, [Di Tu nombre].
5. Repite con frecuencia esta afirmación. Quiero que seas capaz de repetirla al menos 100 veces al día. Sí, lo que has leído bien: 100 veces al día. Sé que parece mucho, pero sinceramente, 100 veces al día no es tan difícil cuando adquieres la práctica.
6. Cada vez que pases por delante de un espejo o te veas reflejado en alguna parte repite esta afirmación: Te amo de todo corazón, [Di Tu nombre].
Si te cuesta decirte Te amo, lo más probable es que sea porque te estás juzgando y estás repitiendo antiguos mensajes negativos. No aumentes tu malestar juzgándote por juzgarte. Simplemente, relájate y comprométete a repetir la afirmación. Recuerda que te estás comprometiendo con una afirmación que es cierta. Lo cierto es que cuando nos amamos, no nos juzgamos. Es una buena idea tener a mano un pañuelo desechable de papel cuando hacemos el trabajo del espejo, porque este ejercicio puede remover nuestras emociones. Muchas veces saca nuestras emociones más profundas. Lo cierto es que puede que hayamos sido muy poco amables con nosotros mismos. Por este motivo, cuando empezamos a recuperar nuestro aprecio por nosotros mismos, nos damos cuenta de las actitudes negativas que hemos acarreado durante mucho tiempo y eso nos provoca bastante tristeza. Pero de ese modo liberamos la tristeza. Permítete sentir tus emociones y acéptalas. No las juzgues. El trabajo del espejo es para la autoestima y la auto aceptación. Te animo a que practiques el trabajo del espejo en cuanto te levantes por la mañana. A veces, ese es el momento más difícil del día, porque nos parece que no es cuando tenemos nuestro mejor aspecto. Sin embargo, eso no es más que una apreciación personal y el trabajo del espejo consiste en mirarnos en él sin juzgarnos, y así poder ver quiénes somos realmente.
El poder está dentro de ti
Tu ejercicio del diario para el día 2
La vida es muy simple. Lo que damos es lo que recibimos. Escribe en tu diario las respuestas a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué es lo que quieres que no estás consiguiendo?
2. Cuando eras pequeño, ¿cuáles eran tus normas sobre el merecimiento? ¿Siempre tenías que ganarte el merecimiento? ¿Te quitaban cosas cuando hacías algo mal?
3. ¿Sientes que te mereces vivir? ¿Ser feliz? Si no es así, ¿por qué no? Observa tus emociones al responder a estas preguntas. Anótalas en tu diario.
Tu pensamiento del corazón para el día 2:
Soy merecedora
A veces nos negamos a esforzarnos en crearnos una buena vida porque creemos que no nos la merecemos. La creencia de que no nos la merecemos puede que se remonte a nuestra más tierna infancia. Puede que estemos aceptando el concepto u opinión de otra persona que nada tiene que ver con nuestra realidad. Merecer algo no tiene nada que ver con ser bueno. Lo que se interpone en nuestro camino es nuestra falta de voluntad de recibir lo bueno de la vida. Date permiso para aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.
Tu meditación para el día 2:
Un círculo de amor
Puedes escuchar la meditación de hoy en cualquier de estos servicios:
Sigue avanzando bella, este puede ser el camino que de inicio a procesos de sanación profundos y muy positivos para ti. Nos vemos mañana.
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