Los últimos años para mí, este ha sido un ritual que hago cada 21 de diciembre, para darle la bienvenida al Ángel de la Navidad, agradecerle y hacerle mis peticiones de corazón. Quiero compartir contigo, de manera sencilla, esta conexión espiritual que me prepara también para tener claros mis metas, sueños y enfoque del año por venir. Además, coincide con el Solsticio, día que también abre un portal energético de manifestación y concreción de los deseos. Claro, si nos accionamos y damos los pasos que el cielo nos va guiando.
El Ángel de la Navidad, fue aquel que descendió a la Tierra junto con el arcángel Gabriel para anunciar la llegada de Jesús y que también se quedó para guiar a los pastores como la estrella de Oriente. También guio a los Reyes Magos hasta el pesebre y les dio la buena nueva de la llegada del Mesías. Además, se queda hasta el nacimiento de Jesús, por eso se considera que este periodo es de armonía interna y con otros.
RITUAL
Te recomiendo realizar este momento íntimo de gratitud y de conexión con tus deseos entre las 5:00 pm y 10:00 pm, regálate este espacio para ti. Antes de iniciarlo que tu hogar esté limpio y libre de energías densas
Necesitas:
Una vela, hojas, esfero o bolígrafo de tinta roja, un sobre rojo, incienso, pan dulce y granos de diferentes tipos (arroz, lentejas, frijoles, avena).
Enciende la vela, pidiéndole a tu Divinidad que bendiga este fuego para sea fuente de calor, de manifestación y de bienvenida al Ángel de la Navidad.
Con el fuego de la vela, enciende tu incienso o pásalo por tu cuerpo, limpiando tu energía para recibir al Ángel de la Navidad.
Cierra tus ojos por un momento y pídele al Ángel que descienda a tu hogar, que permanezca siendo armonía y amor en tu corazón y en el de tus seres queridos. Conecta con tu corazón, donde reside tu alama y deja que ella te guie hacia los deseos que son para tu más alto bien, medita sobre ellos y como te sentirías al tenerlos como una realidad. Permanece en un diálogo amoroso con el Ángel, hasta que sientas como la atmosfera a tu alrededor cambia o hasta que lo desees. La idea es que establezcas esta conexión luminosa.
Pídele permiso para ser canal de bendición, de luz y amor y posa tus manos sobre el pan, los granos y la vela. Permaneces en cada uno de estos el tiempo necesario para sentir que estás bendiciendo y llenando de la luz de tu corazón cada objeto.
En la hoja blanca, escribe con el esfero o bolígrafo de tinta roja: “Amado Ángel de la Navidad te doy la bienvenida a mi vida, mi hogar y mi corazón. Te saludo, te reconozco y te bendigo; te doy las gracias por la maravillosa labor de amor, alegría y paz que realizas. Abro las puertas de mi corazón y de mi hogar a tus bendiciones, y te reconozco como huésped privilegiado al festejo. Te pido, acepto, recibo y efectúo una abundante provisión para mí, para mi familia, mis amigos y para toda la humanidad”. A continuación escribe tres peticiones o deseos por el mundo (la humanidad), tres por tu país, tres por tus amigos y familiares y tres de los deseos o peticiones que meditaste anteriormente para ti. Te sugiero que los redactes como si ya los estuvieras viviendo: en positivo, primera persona y presente.
Finaliza la carta escribiendo GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. HECHO ESTÁ. ASÍ YA ES. Y guarda esta carta en el sobre rojo.
Los granos, guárdalos en bolsitas de tela y durante este año tenlos en lugares que te conecten son la abundancia: tu altar, la cocina, el comedor… Donde desees.
El pan dulce regálaselo a alguien que tu corazón te indique, quizá alguien necesitado o tan solo déjate llevar por tu intuición.
La vela déjala encendida lo que más puedas, y síguela encendiendo de manera constante, hasta que ese consuma. Debajo de ella y hasta que se acabe, deja la carta. Luego guárdala en un lugar especial.
Espero que puedas realizar este sencillo y poderoso ritual que te conectará con la maravillosa energía y amor de este Ángel que traerá bendiciones de múltiples formas a tu vida.
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